Soy hija, hermana, pareja, amiga, trabajadora…etc. En nuestra vida estamos entrelazados con todo tipo de vínculos y relaciones. Y estas a su vez nos van proporcionando diferentes experiencias vitales que serán la semillita de nuestros aprendizajes internos y de muchos de nuestros patrones relacionales aprendidos desde nuestra infancia.
Ser psicóloga no me hace inmune a las dificultades y conflictos con los demás. Ante todo, soy humana.
Fui una niña gordita (aún hoy lo soy), y he vivido el rechazo a través de la gordofobia de muchas personas por sus prejuicios. Lo he dado todo en mis amistades y aun así algunas se han quedado en el camino porque yo no les encajaba y me he sentido culpable. Viví la muerte de mi padre de cáncer cuando era joven, y supuso un antes y un después en mi vida, entender que mi camino no era el que él tenía pensado para mí. También he vivido desavenencias familiares que han terminado por no tener relación con ciertos miembros. Acepté trabajos que me han generado ansiedad y baja autoestima, con jefes déspotas, narcisistas, y simplemente explotadores. Y en el amor, no es que mejore la cosa, varias relaciones de pareja ni contigo ni sin ti, algún casi algo y durante tres años, una relación de pareja con dependencia emocional. (y si, las psicólogas también caemos en ellas).
Me costó mucho dolor y sufrimiento, no saber, ni entender sobre las relaciones interpersonales.
Y de repente, como un golpe de suerte, me eligieron para un puesto de trabajo ideal en un prestigioso grupo empresarial especializado en Psicología, en un área que me apasionaba: las relaciones de pareja, abarcando temas como relaciones tóxicas, dependencia emocional, rupturas, infidelidad y terapia de pareja. Aprendí muchísimo sobre las relaciones, pero sobre todo adquirí un tesoro invaluable: cientos de casos y experiencias de amor y desamor, valores y creencias de personas de España y del mundo sobre las relaciones.
Además, justo en ese momento, conocí a un buen chico a través de una app. Me trataba bien, me daba mi lugar, afecto y disfrutaba de estar conmigo. Sin que yo lo supiera en ese entonces, él no era lo que quería, sino lo que realmente necesitaba en mi vida.
Lo tenía TODO pero no era feliz. Un bonito piso, un trabajo que me apasiona, una buena pareja…esas cosas que todo el mundo quiere alcanzar pero que no garantizan la felicidad, pues nadie habla de la cara b.
El cansancio y la fatiga por compasión, la desmotivación por ir a trabajar, la falta de resonancia con valores importantes con mi entorno laboral, la apatía por ver a mis amigos, priorizando siempre a los otros por encima de mi para que se sintieran bien. Un matrimonio con un hombre bueno pero con gustos muy diferentes y crianzas opuestas donde los conflictos y conversaciones incomodas forman parte del crecimiento de pareja pero que desgastan en el día a día.
Hace un par de años, la enfermedad vino a visitarme, o más bien, varias al mismo tiempo. Me encontré en la encrucijada de entender lo que me estaba ocurriendo. Comencé a darme cuenta de que llevaba una vida que no me hacía feliz. Descubrí que, a pesar de ser psicóloga, no había aprendido a amarme a mí misma, y que no sabía cómo relacionarme de manera sana, ni en mi trabajo, ni con mi pareja, ni con mi familia.
Comprendí que las relaciones son un equilibrio entre dar y recibir, y que mis valores —como la empatía, el esfuerzo, la ayuda a los demás, el trabajo duro, el compromiso y la lealtad— no pueden ser ignorados o menospreciados por otros, y mucho menos debería permitírselo.
Esta es tu psicóloga, una mujer muy humana, familiar, 50% de una pareja imperfecta pero feliz. La persona que mejor te puede ayudar a conseguir una nueva y mejorada relación de amor contigo, y con los que te importan. El desarrollo personal duele, desaprender para aprender otra manera de RelacionArte es incómodo y cuesta pero no te conformes con menos de lo que mereces.
Aprender a decir NO, a expresar mi necesidad y no ceder a lo que el otro quiere, a negociar para obtener lo que deseo. A no sentirme culpable por querer cosas que los otros no quieren, a respetar mis tiempos a solas, a que si yo no estoy bien no puedo ser feliz. Y a dejar de poner el bienestar del otro por encima del mío. La relación más importante que tengo es CONMIGO.
Mi lema
A través de mis sesiones de terapia, grupos y formaciones, he ayudado a cientos de personas a mejorar sus vidas, a amarse más y mejor, y a alcanzar el bienestar emocional en sus relaciones. Sin embargo, lo que realmente respalda mi metodología es mi propia trayectoria personal.
Mi mapa de ruta en el camino al Bienestar…
Equilibrio | Conocimiento | Emoción | Pasión | Encuentro | Ilusión | Cambio | Superación
Desarrollo | Aceptación | Bienestar | Renovación | Perdón | Vínculo | Compromiso | Satisfacción
Reparación | Crecimiento
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«Conozca todas las teorías, domine todas las técnicas, pero al tocar un alma humana, sea apenas otra alma humana». Gustav Jung.
Comenzó siendo un hobby de niña, leer todo lo que cayera en mis manos y pasó a ser carreras, formaciones y cursos. Tengo en mi haber 4 carreras, 3 master financieros y 5 máster en psicología e infinidad de formaciones. Me considero una Psicóloga y una psicoterapeuta integrativa.
Máster en psicoterapia y análisis transaccional.